Murió Amable Aristy Castro |
Higüey, RD.- Murió, «el Cacique de Higüey» murió.
Dejó a los suyos con la nostalgia de haber perdido a un hombre solidario. A un
ser humano con luces y sombras pero con visión.
Partió de este mundo tras 73 años de vida y una ilustre
carrera política. Descansó en paz tras ser un próspero empresario y un insigne
político. Falleció un hombre de hierro, «el Cacique de Higüey», un líder
que se forjó a sí mismo, según sus propias palabras desde las vicisitudes, según
a su propio relato desde la necesidad. Amable, era amable porque sintió el peso
de vivir sumergido en la pobreza. Realizó innumerables oficios para subsistir, fue colmadero cuando
niño, vendedor ambulante, limpiabotas y hasta conserje. Pero su ingenio y
capacidad de liderazgo le recompensaron al extremo de llevarlo a las altas
esferas del poder. Murió, «el Cacique de Higüey» murió. Le falló el corazón
dicen algunos, no pudo respirar más aseguran otros, lo que sí es cierto es que
con su corazón mostro amabilidad por los más necesitados, y dio aliento a
quienes menos poseían. Hoy, al concluir este día, partió de este mundo, en Punta
Cana, y murió el cacique, pero su legado de solidaridad, permanecerá. |
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